Chapas de Ágata o Ágata de corte.
El nombre de Ágata viene de un río de Italia que se llamaba antiguamente ACHATES, donde había gran cantidad de este mineral. Se le llama Ágata de corte por estar cortada en láminas.
El Ágata estimula y desarrolla facetas inexploradas y desconocidas de nuestra personalidad haciendo que tomemos conciencia de ellas, hace asomar a la superficie deseos latentes y despierta el valor y la voluntad para enfrentarnos a nuevas experiencias. También estimula nuestra emotividad, sensibilidad, nos otorga seguridad personal.
Despierta los dones de clarividencia, el don de leer las auras, capacidad para hacer viajes astrales, la intuición o sexto sentido y los dones premonitorios; de acuerdo con la capacidad y el nivel del alma de cada uno.
Al ser una piedra de origen mayoritariamente volcánico, en ella la presencia del Fuego se halla muy acentuada y actúa como fuente de inspiración y creatividad.
Excelente para aliviar enfermedades del estómago, del bazo, de los riñones, del colon, y del hígado. Se usa para suavizar los efectos de la terapia de radiación, como Rayos X.
Y se usa como colgante es un buen escudo contra la envidia, celos, etc. Se limpian y purifican con agua y sal.